Tesla ha escuchado a sus usuarios y ha lanzado una de las funciones más solicitadas de los últimos años. Con la nueva actualización de software 2025.8.3, ya es posible realizar un test de salud de la batería directamente desde la interfaz principal del vehículo, sin necesidad de acudir a un centro de servicio ni activar el modo oculto «Service Mode».
Hasta ahora, conocer el estado real de la batería de un Tesla no era precisamente sencillo. Los propietarios tenían que confiar en las estimaciones de autonomía que aparecían en el cuadro de instrumentos o en la app, aunque estas cifras podían variar notablemente según el estilo de conducción, la temperatura exterior o incluso el uso del climatizador. Si alguien quería un diagnóstico más preciso, la única opción oficial era pasar por taller o recurrir a herramientas de terceros, con el riesgo que eso implicaba en términos de garantía y precisión.
Ahora, con esta última actualización, Tesla integra un diagnóstico accesible y oficial dentro del menú de servicio del coche. El proceso es sencillo: basta con acceder a Controles > Servicio > Salud de la batería, conectar el vehículo a un cargador de corriente alterna y dejarlo enchufado durante un periodo de hasta 16 horas. Durante ese tiempo, el sistema realiza una prueba de capacidad y recalibra el sistema de gestión de batería (BMS), lo que puede dar lugar a una lectura más precisa de la autonomía real del coche.
Esto es especialmente relevante porque muchos conductores notan que, con el paso de los meses o los años, el rango estimado de su coche se reduce. Aunque en la mayoría de los casos esto se debe a factores externos y no a una degradación efectiva de la batería, la incertidumbre estaba ahí. Con el nuevo test de salud, los propietarios podrán ver de forma clara cuánta energía retiene su batería respecto a cuando era nueva, despejando dudas y, en muchos casos, aliviando temores.
Además del test, la actualización 2025.8.3 recupera la vista por intervalos de consumo energético en la app de Energía, permitiendo ver los datos de uso de los últimos 10, 100 o 200 millas (15, 150 o 300 kilómetros). Esta funcionalidad había desaparecido en versiones anteriores y su retorno ha sido bien recibido por la comunidad de usuarios.
Otro detalle interesante es que la estimación de energía disponible en la batería se ajustará automáticamente según el historial de uso del vehículo, incluso aunque no se ejecute el test de salud. Así, Tesla mejora el cálculo de la autonomía en función de los patrones de conducción de cada usuario, una funcionalidad que, aunque sutil, puede ayudar a generar una relación más transparente entre el conductor y el coche.
En el fondo, estos cambios responden a una de las preocupaciones más habituales entre los usuarios de coches eléctricos: la degradación de las baterías. Aunque Tesla asegura que sus baterías mantienen un rendimiento superior al 80% tras cientos de miles de kilómetros, la posibilidad de comprobarlo de manera sencilla y directa supone un antes y un después en la experiencia de usuario.
Por último, la actualización incluye mejoras de seguridad y pequeñas correcciones que siguen afinando el comportamiento general del software. Aunque Tesla no ha detallado en profundidad estas mejoras, se intuye que refuerzan aspectos relacionados con la ciberseguridad y la protección de datos.
En definitiva, la llegada del test de salud de batería al menú principal supone un paso importante en la transparencia y confianza que Tesla quiere ofrecer a sus clientes. Una herramienta sencilla pero poderosa, que ayuda a disipar dudas y da mayor control al conductor sobre el estado real de uno de los componentes más críticos del coche eléctrico.